Para mí, escribir... es labor de alquimista,
en sentido lato. El laborante (escritor) vive experiencias
psiquicas. La verdadera naturaleza de la materia de que se
vale le es desconocida. Tratando de indagarla proyecta el
inconsciente sobre la oscuridad de la materia que labra y
que así ilumina. Los alquimistas estaban interesados
profunda y patéticamente en la busca del oro, siendo
precisamente este interés y particularmente la dedicación
de sus vidas a este cometido lo que materializaba en sus propias
personas (por el ejercicio de virtudes que dicha actividad
constante genera y desarrolla, cosa esta que hoy sabe muy
bien la neurología moderna) el éxito final:
no la obtención del aurum vulgui sino el aurum philosophorum
de animar la vida profunda de la psique, y así mutar
a ser.